Rumbo a las antipodas

Rumbo a las Antípodas nace de la ilusión de crear un espacio en el que dejar constancia de nuestras aventuras y experiencias a lo largo del planeta. Un proyecto en el que no sacamos más que el placer de tener un espacio para divagar sobre un tema que cada vez a más gente interesa. Viajar.

No somos ni fotógrafos, ni escritores, y menos unos blogueros, pero tenemos muchas ganas de aprender. Nos encanta viajar, ¿y a quien no? Nos apasiona conocer culturas distintas; degustar los mejores platos (y los no tanto) de cada lugar al que vamos; empaparnos de la esencia de los pueblos, aldeas y ciudades que visitamos, y aprender de las historias de quien se nos cruce mientras tanto.1114821w2_10205468083554416_7813895310980698235_n

Es por eso que intentamos viajar de una manera lenta, sin prisas y cercana, procurando escapar de las bulliciosas islas y de esas ciudades que poco tienen de lo que denominaríamos como AUTENTICO (todos sabemos a lo que nos referimos). Aunque siempre acabamos pasando por ellas por necesidad, por el «bueno, por si acaso…», o por «seguro que hay sitios que no son tan turísticos…», pero sobre todo, por tener una opinión propia y vivirlos en primera persona.

Somos aprendices de viajeros intentando escapar de la etiqueta de turista. Tenemos muchísimo que mejorar y que aprender, pero somos o al menos intentamos ser respetuosos y para eso nos informamos. Y mucho.

No somos partidarios de ningún tipo de explotación de la fauna y flora, ni de los circos que a veces se montan alrededor de las principales «atracciones» de cada país para nosotros los extranjeros. De forma que intentamos no contribuir con ellos y no encontrareis en este espacio ninguna palabra bonita para los mismos.

Viajamos con poco presupuesto por unas cuantas razones de peso. No somos millonarios: nadie nos financia nuestras aventuras (aunque si alguien quiere contribuir… no haremos ascos a donativos 😜, just kidding). Hemos pasado la última temporada ahorrando en Australia para hacer posible este viaje que esperemos que se extienda todo lo que nuestras fuerzas, ilusiones y economía nos permita. Por lo que no hay que ser un lumbrera para deducir que si queremos viajar por un largo periodo de tiempo tenemos que estirar nuestros dinero todo lo posible y más.

NoDSsC00832 nos damos los lujos que cualquiera se daría en un mes de vacaciones: no nos importa preguntar en 8 hostales distintos el precio más económico, ni que nuestro restaurante este echo de dos fogones grasientos con sartenes viejas, mesas de camping y un hule sucio. Para nosotros son puestecitos con encanto, hechos con pocos recursos y mucha ilusión, a los que otros ni se acercarían y solo los locales disfrutan.

No buscamos el transporte más rápido, ni el más cómodo (aunque a veces nos arrepintamos). Te puedes estar perdiendo las mejores y más peculiares anécdotas sino te mezclas con los habitantes de cada lugar.

Tampoco nos permitimos grandes lujos todos los días, ya que  consideramos que este viaje es nuestro mejor y gran capricho.

Otra razón de peso es el demostrar que se puede viajar sin tanto presupuesto y que aun y todo, sea una maravillosa experiencia. Hay muchísimas maneras de ahorrar mientras viajas. ¿A quién no le gusta saber trucos sobre cómo sacarle el mejor partido a su dinero? Aunque esto siempre requiere un pequeño esfuerzo ya que no es algo que se consiga sentado (o quizás sí, delante de un ordenador leyéndonos😉).

Así pues, este es otro de nuestros objetivos con Rumbo a las Antípodas: compartir a través de este espacio todos nuestros conocimientos, trucos y experiencias que vayamos adquiriendo a medida que transcurre nuestro viaje, con la esperanza de que le resulten útiles a alguien, igual que para nosotros fueron y seran muchos otros blogs que comparten nuestra filosofía de viaje.

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